jun. 12, 2018
El envase flexible ha hecho más práctico el modo de recibir, almacenar, comer y eliminar nuestra comida diaria. ¿Alguna vez se ha tomado la molestia de pensar cómo el envase flexible ha cambiado el mundo en el que vivimos?
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha publicado un estudio que muestra que cerca de un tercio de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano se pierde o se tira, en total, unas 1300 toneladas anuales. La comida se pierde o se tira a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción agrícola hasta el consumo final.
Mucha de la comida que se distribuye en el mundo nunca llega a una plato. A menudo, la comida llega a las estanterías del supermercado pero tarda en venderse y caduca. Todos estos residuos suelen resultar de un envase deficiente.
Con un envase eficiente, más comida llegará a su destino y podrá estar más tiempo en la estantería. El envase flexible puede retrasar mucho la caducidad. El envase flexible suele incorporar un material barrera que bloquea los nocivos rayos ultravioleta (UV) del sol, la humedad, la grasa, la contaminación y el oxígeno. La carne en envase flexible tiene una vida útil mucho más larga – hasta 9 días más. ¡Puede alargar la caducidad del queso provolone hasta 90 días!
Mucha gente cree que el envase flexible es un grave problema ambiental. En realidad, empleamos diez veces más recursos – materiales, energía, agua – en producir y distribuir los alimentos que los que usamos en el envase que los protege. Es más, la huella ambiental del envase flexible es menor que la de los alimentos que se tiran y la malnutrición.
Los residuos orgánicos emiten toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera de la tierra. De hecho, su efecto negativo sobre el medio ambiente es tal que es mejor envasar los alimentos correctamente y exigir un mejor reciclaje que tirarlos a la basura.
Estas son algunas de las ventajas del envase flexible:
- Alarga la vida útil de los alimentos
- De fácil almacenamiento
- Reutilizable - características como el cierre zip, las boquillas y el cierre resellable lo hacen más cómodo
- Flexible, pero duradero
- Requiere menos camiones para transportarlo, menos combustible y genera menos emisiones
- Consume menos energía y recursos naturales
Además, algunos envases flexibles se pueden calentar, congelar, resellar y marcar fácilmente, una ventaja sobre los otros tipos de material de muchas industrias. Ningún otro envase ofrece tantas ventajas. Así es cómo el envase flexible nos está ayudando a ahorrar comida – y al mundo en el que vivimos.